NUESTRO PAIS Y EL CAMBIO CLIMATICO
Una de las muchas consecuencias del triunfo del Partido Demócrata en las recientes elecciones parlamentarias en los Estados Unidos será el probable cambio de rumbo en la política ambiental de ese país.
En ese sentido, varios de los temas de la agenda ambiental que no tuvieron mayor atención por parte de la administración Republicana serán nuevamente reconsiderados desde ahora y más adelante, en caso los Demócratas finalmente alcancen la Presidencia en el año 2008.
Uno de esos temas será el del Cambio Climático. Para nadie es un secreto que el clima a nivel mundial se está modificando de manera muy preocupante. Hace muy poco un informe del ex funcionario del Banco Mundial, Nicholas Stern dio una nueva señal de alerta sobre este tema. Igualmente, el ex candidato presidencial demócrata, Al Gore, también ha llamado la atención sobre este asunto en su documental “An Inconvenient Truth”. Ambos autores, de distintas formas, han señalado que los ecosistemas mundiales están cambiando de manera dramática. Cada vez en el planeta hay más inundaciones, tsunamis, huracanes de gran intensidad, descongelamiento de las zonas polares y de los glaciares. En el caso de nuestro país, ello se puede apreciar nítidamente en el adelgazamiento de glaciares como el Huandoy y el Huascarán en Huaraz, sobre los cuales hay serios estudios nacionales que muestran su cambio en las décadas recientes. El Comercio ha presentado informes muy valiosos que confirman lo señalado.
Todos estos temas fueron debatidos recientemente en una Conferencia en la American University, en Washington. Durante este evento, diversos abogados y académicos abordaron desde una perspectiva legal, política y económica la solución a estos problemas, que como se sabe se encuentra en la reducción de la emisión de los gases de efecto invernadero, especialmente del monóxido de carbono (CO2), principal gas que contamina y modifica el clima global.
Sin embargo, como es parte de un consenso generalizado, para abordar el tema en toda su magnitud se requiere de un compromiso global siendo necesario para ello que el Protocolo de Kyoto, principal acuerdo multilateral de reducción de los gases invernadero, se encuentre plenamente operativo, lo cual ocurrirá, en principio, a partir del año 2008.
La puesta en práctica del Protocolo de Kyoto significaría que todos los Estados Partes tendrían que limitar sus emisiones de gases invernadero y reducirlos a los niveles de décadas anteriores. Para los países en desarrollo que son Parte del Protocolo, como es el caso del Perú, ello permitiría dar inicio, en gran escala, a un beneficioso intercambio comercial internacional de unidades de reducción de carbono.
Desde el punto de vista económico y financiero, en el caso de nuestro país, los mercados de carbono no están muy desarrollados, pero serían una nueva fuente de ingresos. El mercado de carbono, en principio, funcionaría como el mercado de la bolsa de valores tradicional. Allí, con una buena visión y previsión, hay grandes oportunidades de negocios para el Perú, por sus condiciones de país con una de las mayores megadiversidades del planeta. Al respecto, Kofi Annan, el saliente Secretario General de las Naciones Unidas, hace poco ha sostenido que cuando el Protocolo de Kyoto se encuentre plenamente operativo, el Mecanismo de Desarrollo Limpio, que es aquel que favorece a los países en desarrollo como el Perú, podría generar al menos 100 billones de dólares, de los cuales una gran parte podría ser para nuestro país. Igualmente, el Dr. Antonio Brack ha señalado que el Perú debería implementar un programa de bosques por carbono. Nuestro país tiene 10 millones de hectáreas para plantaciones y reforestación y podría vender certificados de carbono por decenas de millones de dólares y atraer nuevos capitales.
Aunque la administración republicana, en la Conferencia de las Naciones Unidas de la Convención de Cambio Climático en Nairobi, nuevamente ha manifestado su deseo de no ratificar el Protocolo de Kyoto, es probable que bajo el paraguas de una Administración demócrata ello pueda ser posible. Al respecto, nuestro país, en el marco de una política ambiental proactiva, debería seguir atento y continuar preparándose, como lo viene haciendo, para cuando el programa de Mecanismo de Desarrollo Limpio pase de ser voluntario a ser obligatorio bajo el mandato de Kyoto. Y todo ello recordando lo que dijo el naturalista inglés David Bellamy sobre nuestro país cuando señaló que: “Si hubiera una catástrofe planetaria y tuvíeramos la alternativa de elegir a un país que salvar y reconstruir el planeta a partir de él, indudablemente yo elegiría al Perú”.
San Borja, enero de 2007
En ese sentido, varios de los temas de la agenda ambiental que no tuvieron mayor atención por parte de la administración Republicana serán nuevamente reconsiderados desde ahora y más adelante, en caso los Demócratas finalmente alcancen la Presidencia en el año 2008.
Uno de esos temas será el del Cambio Climático. Para nadie es un secreto que el clima a nivel mundial se está modificando de manera muy preocupante. Hace muy poco un informe del ex funcionario del Banco Mundial, Nicholas Stern dio una nueva señal de alerta sobre este tema. Igualmente, el ex candidato presidencial demócrata, Al Gore, también ha llamado la atención sobre este asunto en su documental “An Inconvenient Truth”. Ambos autores, de distintas formas, han señalado que los ecosistemas mundiales están cambiando de manera dramática. Cada vez en el planeta hay más inundaciones, tsunamis, huracanes de gran intensidad, descongelamiento de las zonas polares y de los glaciares. En el caso de nuestro país, ello se puede apreciar nítidamente en el adelgazamiento de glaciares como el Huandoy y el Huascarán en Huaraz, sobre los cuales hay serios estudios nacionales que muestran su cambio en las décadas recientes. El Comercio ha presentado informes muy valiosos que confirman lo señalado.
Todos estos temas fueron debatidos recientemente en una Conferencia en la American University, en Washington. Durante este evento, diversos abogados y académicos abordaron desde una perspectiva legal, política y económica la solución a estos problemas, que como se sabe se encuentra en la reducción de la emisión de los gases de efecto invernadero, especialmente del monóxido de carbono (CO2), principal gas que contamina y modifica el clima global.
Sin embargo, como es parte de un consenso generalizado, para abordar el tema en toda su magnitud se requiere de un compromiso global siendo necesario para ello que el Protocolo de Kyoto, principal acuerdo multilateral de reducción de los gases invernadero, se encuentre plenamente operativo, lo cual ocurrirá, en principio, a partir del año 2008.
La puesta en práctica del Protocolo de Kyoto significaría que todos los Estados Partes tendrían que limitar sus emisiones de gases invernadero y reducirlos a los niveles de décadas anteriores. Para los países en desarrollo que son Parte del Protocolo, como es el caso del Perú, ello permitiría dar inicio, en gran escala, a un beneficioso intercambio comercial internacional de unidades de reducción de carbono.
Desde el punto de vista económico y financiero, en el caso de nuestro país, los mercados de carbono no están muy desarrollados, pero serían una nueva fuente de ingresos. El mercado de carbono, en principio, funcionaría como el mercado de la bolsa de valores tradicional. Allí, con una buena visión y previsión, hay grandes oportunidades de negocios para el Perú, por sus condiciones de país con una de las mayores megadiversidades del planeta. Al respecto, Kofi Annan, el saliente Secretario General de las Naciones Unidas, hace poco ha sostenido que cuando el Protocolo de Kyoto se encuentre plenamente operativo, el Mecanismo de Desarrollo Limpio, que es aquel que favorece a los países en desarrollo como el Perú, podría generar al menos 100 billones de dólares, de los cuales una gran parte podría ser para nuestro país. Igualmente, el Dr. Antonio Brack ha señalado que el Perú debería implementar un programa de bosques por carbono. Nuestro país tiene 10 millones de hectáreas para plantaciones y reforestación y podría vender certificados de carbono por decenas de millones de dólares y atraer nuevos capitales.
Aunque la administración republicana, en la Conferencia de las Naciones Unidas de la Convención de Cambio Climático en Nairobi, nuevamente ha manifestado su deseo de no ratificar el Protocolo de Kyoto, es probable que bajo el paraguas de una Administración demócrata ello pueda ser posible. Al respecto, nuestro país, en el marco de una política ambiental proactiva, debería seguir atento y continuar preparándose, como lo viene haciendo, para cuando el programa de Mecanismo de Desarrollo Limpio pase de ser voluntario a ser obligatorio bajo el mandato de Kyoto. Y todo ello recordando lo que dijo el naturalista inglés David Bellamy sobre nuestro país cuando señaló que: “Si hubiera una catástrofe planetaria y tuvíeramos la alternativa de elegir a un país que salvar y reconstruir el planeta a partir de él, indudablemente yo elegiría al Perú”.
San Borja, enero de 2007
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