EN HOMENAJE A LUIS MARCHAND STENS


Hace unos días falleció el Embajador Luis Marchand Stens. Tuve la suerte de conocerlo hace algunos años cuando él ya era un Embajador en retiro. Era Don Luís Marchand una persona buena, jovial y con un chispeante sentido del humor. Fue Don Luís también un jurista de nota y profundo conocedor del Derecho Internacional. En efecto, se nos fue justamente cuando era Presidente de la Sociedad Peruana de Derecho Internacional (SPDI) y miembro de la Comisión Consultiva de nuestro país sobre Delimitación Marítima.

Como he mencionado fui afortunado en tratarlo en reiteradas oportunidades. Recuerdo una. Cuando iba a incorporarme como miembro de la SPDI en el año 2007, varios amigos, entre ellos Miguel Angel Rodríguez Mackay, me sugirieron que fuera el Embajador Marchand quien me presentase a la centenaria Sociedad. Lo llamé telefónicamente y él con una gran amabilidad pese a que no me conocía aceptó gustoso el encargo. Así era Lucho Marchand amable y generoso. Fue en esa ocasión que lo trate con mayor profundidad, pues con gran pasión y entusiasmo reviso junto a mí, en su casa, en varias oportunidades los discursos que ofreceríamos en esa ocasión. En su casa que estaba bellamente decorada sobresalían sus fotografías familiares, las de sus encargos diplomáticos y una muy especial que tenía con el ex Presidente Fernando Belaúnde.

Durante su carrera profesional el Embajador Marchand fue Canciller de la República, Representante del Perú ante la OEA y Embajador en los Estados Unidos, Venezuela y Ecuador. Fue persona además de serías convicciones democráticas siendo promotor de la Resolución 1080 de la OEA que luego de algunos años se convertiría en la Carta Democrática Interamericana adoptada en el año 2001 e impulsada por los Cancilleres Javier Pérez de Cuéllar, Diego García-Sayán y Manuel Rodríguez Cuadros.

El Embajador Marchand fue amigo también de las nuevas generaciones y muestra de ello es que apoyo permanentemente las inquietudes académicas de los funcionarios más jóvenes. Recuerdo que hace un par de años presentó el libro sobre migraciones de mi colega Zózimo Morillo. Igualmente, en noviembre del año pasado le pedí que presentará mi libro sobre derecho internacional del medio ambiente, encargo que aceptó con mucho gusto. Sus palabras esa noche fueron muy anímadas y con conceptos jurídicos muy interesantes. Ese día, el 20 de diciembre del año pasado, compartió la mesa de honor en el Centro Garcilaso de la Vega de la Cancillería con el Embajador de Finlandia en el Perú Juha Virtanen y los expertos Iván Lanegra, Lorenzo de la Puente Brunke y Carlos Loret de Mola. Fue una noche muy emocionante y emotiva para todos nosotros.

De otro lado, durante los últimos años el Embajador Marchand se dedicó a la docencia en la Universidad Tecnológica del Perú y otras universidades del país. Su curso favorito era el derecho internacional, área que a muchos diplomáticos peruanos nos gusta, ya que la mayor parte somos abogados.

El Embajador Marchand deja a su esposa e hijo a quienes quería muchísimo como me lo mencionó en varias oportunidades. En el discurso que di en el año 2007 cuando me incorporé a la SPDI señalé que “el era una buena persona, buen colega y un padre ejemplar”.

Por ello coincido con lo señalado por el Canciller y mis demás colegas cuando han indicado que con la partida de Lucho Marchand la diplomacia peruana pierde a uno de sus grandes referentes. En tal sentido, a los jóvenes y a los menos jóvenes como el que escribe estas líneas nos queda seguir aprendiendo de su ejemplo y tratando de imitar su corrección política, gentileza y generosidad.


Lima, 08 de agosto de 2012






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